Carlos Rigoberto Serván Triveño |
Hoy buscando a los Serván que están en Internet, me di con un blog que incluía "La Historia Increíble de Carlos Rigoberto Serván Triveño" y que él mismo la narra. Siendo cadete de la PIP y en esas maniobras de adiestramiento, resultó víctima fatal de la explosión de una granada que le hizo perder la mano derecha y ambos ojos. Quedó ciego, pese a que fue enviado a los Estados Unidos a fin de buscar un operación que mitigara sus males. Retornó a las 3 meses con la angustia que significaba encontrarse en su estado. Debido a la burocracia policial, no pudo cobrar ningún sueldo y se mantuvo con la propina de cadete durante dos años.
Ante la adversidad tuvo que ingeniárselas para sobrevivir y mantenerse ocupado. Traía mercadería de Tacna y con su venta logró mantenerse por buen tiempo. Por medio de su amigo Willian Llanos y los de su promoción de la Escuela de Oficiales de la PIP, que organizaron un bingo para recaudarle fondos, compró su pasaje para volver a los Estados Unidos. La Sanidad pagaría los gastos médicos. En Abril de 1989, intentó una nueva operación para recuperar la vista y sin resultados positivos. Se contactó con la Federación Nacional de Ciegos y recibió rehabilitación en Nuevo Mexico. Es aquí el momento de una determinación de su futuro.
Placa que distingue a un peruano como digno esfuerzo de superación humana en Nebraska. |
Quedó en sacrificarse al extremo y trabajar mucho. No había alternativas y el tiempo era su peor desventaja. Lo primero que habría de hacer, era aprender el Inglés y por supuesto el otro idioma, el Braille. La desgracia estaba superada pero eso no lo era todo. Tocaba ahora, luchar. Se repetía para si: "Mientras hay vida, todo es posible". ¡Qué tal serenidad y valentía! Sólo, en un país extraño y lejano del suyo. Completamente incomunicado y quien sabe cuáles eran sus tristes pensamientos. Doblemente incapacitado y le resultó de ayuda aquella reflexión de Einstein: "En los momentos más difíciles, la imaginación puede más que el conocimiento".
Se "pusos las pilas", propia expresión, y decidido a todo emprendió la tarea de negarle la victoria a la inoportuna discapacidad. Intentos de un héroe. Entre penumbras y sombras y contando sólo con la mano izquierda, aprendió a dominar su primer obstáculo, el idioma. Ingresó con fe y logró notas "A" al ingresar a la Universidad. Nada podía detener esta locomotora de entusiasmo y creencia en si misma. Logró lo increíble. Aquellos desafíos inimaginables se convirtieron en absoluta realidad. Empezó a enseñar español y actividades de rehabilitación para los ciegos y ser tutor de matemáticas. Fue electo Presidente de la Asociación de Estudiantes Ciegos de Nuevo México.
Los Serván Triveño son ocho. Cuatro damas y cuatro varones. Aquí posan con la mamá. |
En 1991, obtuvo la Beca del Estado por ser el mejor. Una a una, las iba recibiendo y sacando provecho. En el 95 recibió otra beca otorgada por el Congreso de los Estados Unidos a los mejores estudiantes. Logró el bachillerato y estudios de graduado en Derecho y Maestría en Administración Pública. Recibió las Llaves de Lincoln y es Director de Asuntos de Gobierno y Legislación en Nebraska. Está casado con Cati y tiene dos hijos. Un varón de 16 años y una damita de 13. Es un ejemplo a seguir y esta, una bella historia que contar y con el apellido Serván. ¡Cuanto gusto y orgullo! Notable desde donde se la observe.
No me cansaré de repetir aquellas frases que me guiaron y continúan siempre conmigo: "Querer es Poder" y "Nunca es Tarde". No conozco al personaje de esta reseña que fue publicada en el libro del General PIP Benedicto Jiménez. y de seguro tiene que ver con mis raíces de familia. Radica en los Estados Unidos y es un orgullo como historia de un ser humano que logró, a fuerza de coraje y voluntad, rehabilitarse ante la adversidad. Desde "El Surquillano", mi admiración y felicitación a CARLOS RIGOBERTO SERVÁN TRIVEÑO por su hazaña y que reseño como un homenaje al recuerdo de mi padre Ángel Ildefonso Serván Chuquivala. Gracias.
Agregado el 2 de Enero 2012.- Con sumo orgullo se que Carlos Rigoberto es nuestro primo. Hijo del que fuera nuestro tío Honorato Serván Trigoso, hermano del inolvidable tío Eduardo y del General PIP Rigoberto Serván Trigoso. Me felicito.
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