César y Luis Eduardo |
El 26, día de mi "corcovete", fui a saludar a mi hermano Luis Eduardo, nacido en 1942 y que pisa con gran alegría la base 7. ¡Cómo pasan los años! Hoy todos somos ya veteranos. Con Hernando eran los últimos que llegaron al hogar de los Serván Meza. Es tanto el cariño que le tengo, porque me permitió cambiarle los pañales, cuando nuestra viejita querida, mi Barbarita, me pedía le diera una mano. Yo tenía 8 años cuando nació y hasta ahora siento su primer llanto al llegar a este mundo.
Lo recibió la señorita Pinedo, una bien recordada obstetra que residía en nuestro Surquillo querido. Nos trajo a todos los Serván Meza y era grato saludarla cuando crecimos y la hallábamos en nuestro camino. Una verdadera profesional y muy evocada en nuestras conversaciones. Bien. Me remonto en el recuerdo a esos primeros años de Luis Eduardo y pensaba mucho en lo que sería su futuro. Siete hermanos. Una mujer y seis varones. Nos une un verdadero cariño fraterno.
Foto del recuerdo y están Sócrates, Hernando y Luis Eduardo. Nuestra querida mamá y César. ¿A quién tiene en brazos Barbarita? |
Ingresó a la Universidad y se graduó de sociólogo. Es temperamental y sabe analizar los problemas de nuestro Perú y lucha en su interior para poder enderezar al árbol torcido. Al llegar a los 70, le deseo lo mejor. Que sigamos unidos y dando un ejemplo de hermandad a los sobrinos y nietos que ya son muchos. Cada vez que llego al que fuera mi hogar paterno, conversamos mucho y siempre recordamos los tiempos pasados. Las horas pasan volando y "Erwin" nos entretiene con sus comentarios.
Lleva ese apelativo desde niño. Mi padre y cuando se llevaba a cabo la segunda guerra mundial, fue admirador de las proezas del "Zorro del Desierto", como se le denominaba al general del ejército nazi que cumplió exitosas campañas en el frente de guerra Erwin Rommel y que cuando contravino los planes de Hitler, tuvo que aceptar su invitación al suicidio. De este personaje y no hallo la razón, en una reunión familiar con mis tío materno el Dr, Pedro Meza, quedó para siempre como "Erwin".
Hernando, C ésar, Erwin, yo y Sócrates. Sentada, María Mercedes. Los Serván Meza. |
Y así lo conoce todo el mundo. Hasta nuestras últimas generaciones le dicen "Tío Erwin" y él, feliz. Un hermano del que tengo mucho orgullo por su personalidad y su cariño al hogar. Muy conocedor del fútbol peruano y el deporte en general. Por algo heredó los gustos de nuestro hermano mayor Angel que integrara el famoso "Pregón Deportivo" de Oscar Artacho y dieran mucho que hablar cuando surgieron en 1948 y coparon la sintonía radial de esos tiempos. Fueron fabulosos.
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