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"Gaby Rossi". |
Hoy me ocuparé en este blog familiar de evocar a mi querida esposa Antonieta. Es 8 de Enero de 2014 y se cumple el octavo mes de nuestra separación mortal. Así es. Porque en alma estamos siempre juntos y no habrá manera de quitarla de nuestros pensamientos. Se fue el año pasado con las estridencias clásicas que festejan lo bueno y lo malo que nos dejó y en la Navidad sentimos la estocada de aquel 8 de Mayo de 2013. Con mis hijos y frente al Niño Dios, quedó patente que el amor y el buen recuerdo jamás dejan de existir.
Confesaré lo que ha diario pasamos. La rutina de un jubilado y pensionista que prefiere ubicarse frente a la computadora para escribir sus reseñas. Casi siempre a las 6 horas nuestro reloj nos pone de pie y como por arte de magia, en las horas de pequeño descanso, surgen las ideas y evocaciones cuyo destino está marcado. Es por eso que nos damos cuenta de todo lo que nos rodea. En especial los buenos pensamientos. Se acabaron los egoísmos, las discusiones y todo aquello que empañe lo que nos queda de vida. Eso si pasó al olvido.
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Nuestro matrimonio. |
La verdad es que todavía no podemos acostumbrarnos a la ausencia física del amor que nos hizo jurar ante Dios, nuestra fidelidad. Podría parecer una exageración y el buscar consuelo innecesario. No es así. Tampoco podemos comprometer a los que nos rodean a vivir nuestro drama secreto y que ya no lo es, porque lo estamos confesando. Las dos fiestas principales de fin de año fueron con mi Antonieta. El Nacimiento la hizo presente y aquel Niño Dios de aquel pesebre que ella levantaba con vocación familiar, nos la hizo volver con felicidad y llanto.
Somos reacios a salir y sólo es el extrañar a nuestros nietos Alejandra y Joaquín lo que nos insta a dejar este nuestro rincón de evocaciones. Van creciendo y tomando su propia personalidad. Nos agradaría verlos a diario, pero sabemos que lo natural es que se desarrollen con quienes les dieron vida: sus padres. No queremos pecar de intrusos. Y surge la verdad. Como es lógico, ya hay otras distracciones "mejores" y vamos pasando al lugar que nos corresponde y que se repite en todos los humanos por Gracia de Dios: la soledad.
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Nuestra mejor foto con mis hijos. |
Tampoco es infelicidad. Si tenemos alegrías y compartimos positivismos y de lo otro también. Lo exige nuestra condición humana. Nacimos para convivir con quienes nos rodean y el avance de la ciencia cada vez nos liga al mundo. El Facebook nos llena de "amigos". Es sorprendente ver la millonada de amistades que uno conquista en el espacio cibernético. Te das el lujo de recibir frases alentadoras y desayunas, almuerzas y cenas con toda tu gran familia del universo. ¡Qué maravilla! ¿Verdad? No pueden negarme ustedes la razón.
Por todo esto es que agradezco al Divino Hacedor mi tranquilidad. EL sabe disponer lo que a sus hijos hace falta. Muchos no lo advierten. Pero tampoco puede borrar de nuestras mentes el amor. Eso fue su más grande creación. Jesús dijo: "Amaos los unos a los otros". Muy difícil de aceptar. Es por ello que vamos superando la ausencia de quien nos acompañó toda lo que fue su vida. Cada 8 está marcado por ella. Hasta aquel reloj musical y sus campanadas de cada hora. Nunca dejó de alimentar su batería. Y nosotros lo hacemos ahora por ella. "Porque así se hace presente". Gracias.
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Paseo hermoso con Alejandra y Joaquín, nuestros nietos.
Foto obtenida por Juan Carlos y figuran también Mechita
Castro y Juanita. |