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miércoles, 23 de enero de 2013

ANGEL ILDEFONSO SERVAN CHUQUIVALA NACIO EL 23 DE ENERO DE 1897 Y HOY CUMPLE 116 AÑOS DE EDAD.

Lindo recuerdo con Gaby, todavía novios, y con
el dueño del santo y mis hermanos Erwin, César
y Hernando. 
Por el título se podría pensar que hablamos de una persona longeva y que es causa de admiración por ello. No es así. Simplemente que, para nosotros, nuestros padres continúan presentes y serán siempre en cada fecha de su Lindo recuerdo natalicio, un motivo para evocarlos en familia. Bárbara y Angel están donde les corresponde estar. En el cielo. Aquí en la tierra los recordamos como antaño y este comentario tiene ese fin, sincero, fiel y digno a sus memorias. Nos criaron así y eso jamás se perdió. Esta foto es de 1957 y todavía no nos habíamos casado Antonieta y yo. Don Angel, bien a la corbata y elegante porque se trataba de su cumpleaños y ya había mandado al otro mundo a sus aves de corral.

Lo recuerdo a nuestro viejo siempre orgulloso decir: "Yo nací en el departamento de Amazonas, provincia de Chachapoyas y distrito de Molinopampa, un 23 de Enero de 1897". La fecha santoral de San Ildefonso. Siempre deseando volver a la tierra que lo vio nacer. Resulta una paradoja que jamás retornó al terruño. Siendo policía y con el grado para ser comisario, fue destacado a diferentes sitios y nunca tuvo la suerte de ser asignado alguna vez para retornar a Chachapoyas.

Foto en la que toda la familia luce anteojos. No
recuerdo a quien se le ocurrió esta idea. 
No puedo olvidarlo cantando "La Partida", el tema aquel que popularizaran "Los Dávalos" y que habla de la aventura a la que el provinciano se arriesga en busca de mejor porvenir.  Siempre terminaba en lágrimas porque era muy emotivo. Conversar sobre su niñez y juventud, era otro motivo para que el sentimiento lo traicionara y el llanto lo cubriera. Hombre honesto de verdad. Policía que sentía el honor como su divisa. Lo destacaban a otro lugar y él cargaba con toda la familia. Eso sucedía cuando descubría corrupciones.

Por eso se quedó en su casa que levantó con sus propias manos y acompañado de la mujer más fiel y digna que lo ayudaba en esa "construcción". En ese Jr. San Diego de mi querido Surquillo y en el que tienen techo hasta ahora varios de sus queridos hijos y nietos. Esa fue nuestra casa en la que crecimos y de la que partimos para formar nuestro propio hogar. A la que volvemos para recordar estas fechas y que nos une a los Serván Meza, modestamente, como verdadera familia.

Hora del almuerzo y en familia. Estamos todos
menos Angel que fue quien registró la foto. Ahí
está el tío Leopoldo Cueva que cayó de visita. 
Ya no existirán las jaranas de antaño y que muchas veces se prolongaban a varios días de festejo. Las aves de corral, criadas por el propio Tte. Serván, eran sacrificadas para atender a la numerosa familia y amigos. Con orquesta internacional o el Arpa y Violín que los trasladaba sus tierras de origen. El acordeón de Tejada o el clarinete de Rojas Cruz y que hacían bailar a todos. Juán Arauco y su láud y guitarras y mandolinas en lo criollo con la voz de Alfredo Leturia.

Fue mi escuela de música y a la que concurríamos integrándonos con las panderetas o el triángulo. Aún recuerdo como si fuera ayer, aquella vez de mi niñez en la que director me comprometió a tocar el "triángulo" a su voz de mando. Y no lo defraudé. Exacto en el lugar del pentagrama. Gracias papá. Nos diste la mejor educación y el más grande ejemplo: la honradez. Hoy que es tu cumpleaños te abrazo y te deseo lo mejor. Saluda a mamá y a mi hermano Angel. No te olvides de los tíos queridos. ¡Feliz Cumpleaños! Gracias.